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€ — 146 —= que era gravísimo. Como esta especie de delito es de mucha consideracion, y segun toda jurispru- dencia, así comun, como municipal, admite para su castigo, no solo claras pruebas, sino aun las sospechas mas leves, entraron en cuidado los ma- gistrados; y crédulos demasiado al rumor vertido, determinaron que saliese luego desterrado de Pra- ga y sus confines, por sospechoso en la fidelidad. Intimaron el decreto al varon santo, y sin alterar- se,ni mostrar sentimiento alguno, tomando su bá- culo,el Breviario y la Cruz al cuello, salió luego de la ciudad, muy conforme con la voluntad divi- na, que para ejercitar su paciencia permitia aquel trabajo. A A od 11. ¡Admirable mudanza, y raro desengaño del mundo! ¡Salir desterrado un varon santo, un va- ron á todas luces inculpable; y no solo ageno del delito que le imputaban, sino digno de la mayor veneracion y aplauso! Salió en fin desterrado de Praga el beato Lorenzo, á quien toda Alemania, y aun toda la Europa habia. venerado como hom- bre venido del cielo: á quien los pueblos todos ponian sobre las estrellas: á quien el mismo em- perador rendia los mayores respetos: á quien mu- chos de los mismos herejes tenian por santo. ¡Ra- ra inconstancia! ¡Ser tenido por enemigo de la patria, al mas bienhechor- de ella! ¡Haber podido la maligna astucia de los sectarios, atraer tam- bien á los católicos á la misma temeridad, y falsa reputacion! ¡Inescrutables juicios de Dios! Llegó á tal el desprecio del santo varon y la infame nota en. que estaba reputado, que sus mas apasionados se