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— E E A A a a el : PROLOGO. AMS Son las vidas de los Santos el taller donde se han formado los mayores héroes de la Iglesia. El escri- bir, pues, las vidas de los Santos es de tanta utilidad para las almas, que tomaron este asunto los mayores Doctores y Padres de la Iglesia, como se vé en San Atanasio, San Jerónimo, San Bernardo, el venera- ble Beda, San Isidoro, y (omitiendo otros) nuestro gran prelado y capellan de la Virgen, San Ildefonso quien escribió un tratado de varones ilustres. Conocian muy bien, que su leccion es el medio mas eficaz, dulce y suave para mover las voluntades. y traerlas á Dios, imitando sus virtudes. Llenas están las historias de los abundantes frutos, que han pro- ducido las vidas de los Santos; bastaba la conversion prodigiosa de un San Agustin, la de un San Ignacio de Loyola, para calificar de admirable este ejercicio. Toda la filosofía aristotélica con sus mas altas sutile- zas nunca podrá formar un buen cristiano, pues aun- que ilustren su entendimiento, nunca mueven la vo- luntad. : La vida de nuestro beato Lorenzo de Brindis que presentamos al público, nos ofrece, no solo materia que imitar en sus excelentes virtudes, sino mucho que admirar en sus prodigiosas máximas, ya del go- bierno religioso, como civil y político, y aun tam-