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— 121]— honras y estimaciones del mundo y en la fuga ase- gura mas su victoria. haciendo triunfo de loque antes hizo desprecio. Al contrario, el vano, apenas dá paso en que no pise un peligro y afanando con su ambicion; ó no llega á la cumbre rendido y des- airado, ó si llega es para su precipicio y confusion. Aumentábase cada dia mas y mas la devocion al varon santo, porque el cielo aumentaba tambien los repetidos prodigios, sanaban muchos enfermos con su bendicion: los poseidos de espíritus infer- nales quedaban libres de su opresion y los que por justos juicios de Dios se mantenian en ella, le ser- vian á suhonra; pues cuando sentian á iba salir al púlpito, daban gritos, diciendo: Ya viene el Santo, ya viene el Santo. De esta suerte, sin poderse negar al impulso superior que los movia, se hacian elo- cuentes predicadores de aquella virtud sublime. Creció tanto en esta ciudad el aprecio de las reli- quias y cosas del siervo de Dios que no siendo po- sible satisfacer á todos con los pedazos de hábito, que le quitaban, determinaron los religiosos im- primir el Dulcisimo nombre de Jesús en peas! E bles estampas y hecha sobre ellas la señal de la cruz por mano del siervo de Dios, se fuesen repar- tiendo entre los que con ansia tan insaciable soli- citaban alguna cosa suya. 6. Cuantole honró el Excmo. Sr. Marques de Vi- llafranca D. Pedro de Toledo, Gobernador de Milan y cuanto aprecio hacia de su santidad y prudencia se deja entender por las demostraciones grandes, que hacia con él, consultando los asuntos mas gra- ves de su gobierno y siguiendo en todo su dictá- Ne yl