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46 Vida de Ssn Fidel Isabel Lanzin, de Feldkirch, se aparecia despues de muerta a una pariente suya, lla- mada Barbara, con el rostro cubierto de mor- tal tristeza, lanzando gritos horribles al des- cribir las penas que svufria en el purgatorio. Espantada Barbara con estas repetidas visitas, acudié al P. Fidel, y éste la consolé y toméa su cargo libertar aquella alma. Desde enton- ces nada vid di oy6 Barbara en su casa; pero en cambio aqtiellas voces y gemidos dejaban- se oir en el Convento de Capuchinos, hasta que un dia se aparecié Isabel radiante de ale- gria al P. Fidel y le dijo: «He sido ya liberta- da y me voy alcielo: aili rogaré para recom Pe 26 Dicho esto desaparecié. ( ae