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14 Vida de San Fidel ven caballero aleman, que trataba las cues- tiones mas arduas con tanta facilidad como los que han ercanecido en el estudio del Derecho y la Teologia.» Después de su visita a Fran- cia, recorrié Italia y parte de Espafia. «Casi todas las majfianas, sigue diciendo el bafon de Stozingen, se acercaba a los santos sacramentos, sobre todo en las festividades de Jesucristo, de la Virgen y de S. Francisco de Asis, e invitaba a sus compaiieros de viaje a hacer lo mismo... Observaba con escrupulosi- dad los ayunos y abstinencias; llevaba cilicio, y tomaba con frecuencia la disciplina. Para mi y para cuantos le trataban, Marcos era un ~ santo. «Contribuy6 sin duda a conservar tan gran pureza en sus costumbres, la tierna devocién que profesaba a la Virgen. Ayunaba con rigor todos los sdbados en honor suyo, jamas se dis- penso de rezar cada dia el oficio parvo y el ro- sario.> Terminado felizmente este viaje que habria durado seis afios, lleg6 la hora de separarse '. de aquellos buenes amigos. Entre lagrimas y ~ sollozos abrazaron todos a Marcos, quien les di- jo al despedirse: «No olvideis que sois nobles,

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