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de Sigmaringa 105 el enfermo al P. Fidel le obtuviera la gracia de pasar tranquilo la noche y le librara de los vomitos a fin de poder comulgar el dia siguien- te. El Santo oy6 su oracién. El P. Candido to- m6 su cena, durmié tranquilo y al domingo pudo celebrar misa y asistir a todas las cere- monias de la iglesia; comié con buen apetito, calz6 sandalias, cosa que no habia podido ha- cer en diez afios y en adelante siguié en todo a la comunidad. Benedicto XIV_ menciona es- tos dos tltimos milagros en la Bula de canoni- zacion del P. Fidel. Las reliquias del santo Martir librarona Catalina Kumpflez de una legion de demonios y resucitaron a varios muertos. El P. Luciano cuenta seis nifios que volvieron a la vida por intercesién de San Fidel. Por la lectura de la Vida de San Fidel se resolvié el Beato Diego José de Cadiz a ser Capuchino y misionero. La Iglesia no podia tardar en elevar a los altares a éste siervo de Dios. La cristiandad pedialo con instancia. A los Obispos y Carde- nales unjanse los Principes, Reyes y Empera- dores para pedir al Vicario de Cristo su pron- ta beatificacién. Benedicto XIII hizo justicia a