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ge srt @ 100 Viva de San Fidel me sito de la mano izquierda de San Fidel. que siempre llevaba consigo y fuese al convento. Nicolas, sintiéndose aliviado luego de la sali- da dei Padre. dejé la cama y pudo pasear en su casa. Al dia siguiente fué a saludarie su hija radiante de alegria: «jPapa, papa! le dijo, mira mi ojo; ya ve. con él, ya estoy curada.» En Rankweil la nifia Catalina Taunis esta- ba jugando con un cuchillo y se clavé la punta en un ojo, traspasandole la pupila. Desauc‘a- da de los oculistas mds eminentes. llevéla su madre a la iglesia de los Capuchinos de Feld- kirch e hizo que los religiosos pusieran el cra- neo de San Fide! en contacto con el ojo herido. Al llegar a su casa examiné el ojo de su hija y vid que no tenia |, menor cicatriz; la nifia veia perfectamente. Otra nifia, Ana Smid, de Geinsengen, ha- bia perdido «l habla a consecuencia de unas tilceras que le habjan interesado toda la boca. Agotados inutilmente todos los recursos hu- manos. las reliquias del Santo pudieron to que no habian podido los médicos de la tierra, de- volver el habla a la enferma. La hija de N colas Walser, que estaba al servicio de la condesa Fuggerin como sefiori- gg gg sa? sO

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