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CONFERENCIA VIG ÉSIMA SEGUNDA carácter y esté más en consonancia con vuestros gustos y aficiones espirituales. No es mal recurso para conseguir esto, el que emplean algunas personas devotas, es á saber: tener una intención particular para cada día de la semana. Por ejemplo: los domingos rezar en unión de los ángeles y santos, que en el cielo cantan perpétuamente las alabanzas de Dios, propo- niéndose por fin especial el reparar las injurias y ofensas que se hacen á su santo nombre con las blasfemias. El lunes, en unión de las benditas almas del purgatorio, y muy en particular por la de nuestros padres, parientes, amigos y bienhe- chores, con la intención de aliviar sus penas, reno- vando esta intención al finalizar cada una de las horas del Oficio con el Fidelium anime per mise- ricordiam Dei requiescant ín pace. El martes, rezar en unión de nuestro Seráfico Padre San Francisco y de los santos de sus tres Ordenes, proponiéndonos la imitación de sus virtudes. El miércoles, en unión del Patriarca San José, pidién- dole protección y amparo para la Iglesia, y que nos asista particularmente en la hora de nuestra muerte. El jueves, rezar en unión de Jesús Sacra- mentado para reparar con nuestras adoraciones las irreverencias que se cometen en el templo, y suplir, con nuestro ardiente amor y fervorosa devo- ción, el olvido é indiferencia de los hombres. El viernes, en memoria de la Pasión de Nuestro Divino Redentor, agradeciéndole con entrañable afecto los padecimientos que sufrió por nuestro " ll ! $ 1 1 4 ¡ A Hl "| j reos