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34 ESPÍRITU DE PENITENCIA DE LA V. O. T. la mortificación interior, el refrenamiento de las pasiones, la entera sujeción de los apetitos á los dictámenes del espíritu. Por esto, suprimiendo la nueva Regla las austeridades de la antigua, que pudieran ser para muchos impedimento de abrazar este género de vida, ha mantenido en todo su vigor y ha renovado todas aquellas prescripciones que se refieren á la mortificación cristiana compatible con cualquier estado y circunstancias de la vida, tales como abstenerse de banquetes y comilonas, ser moderados en la comida, no asistir á espec- táculos y representaciones profanas, huir del lujo, y, en una palabra, abstenerse, en general, de todo aquello que abiertamente se opone á la santa aus- teridad enseñada por el Evangelio. Tenga, pues, siempre presente estas cosas el terciario, y procure ajustar á ellas su conducta; no olvide jamás que su profesión es singularmente de penitencia, y que, por lo mismo, si ha de llenar fielmente los deberes que ella impone, si ha de ser en verdad hijo de San Francisco y buen terciario, es necesario que en su modo de proceder, en sus costumbres privadas y en sus relaciones con el mundo, resplandezca siempre el espíritu de peni- tencia, que es el sello característico de la Orden á que tiene la dicha de pertenecer. Huir con soli- citud extremada de todo lo que mortifica los sen- tidos, mirar con horror la penitencia, espantarse de los ayunos de la Iglesia, á pesar de estar tan mitigados, ver siempre un peligro para la salud en la abstinencia de carne, omitir los deberes reli-