BCCPAM000526-2-20000000000000
CONFERENCIA VIGÉSIMA NONA 205 devotas romerías, congresos y algunas otras so- lemnidades para tomar parte en las alegrías de la Iglesia, ó en alguno de sus grandes acontecimien- tos. Ahora bien: todo esto, como fácilmente se comprenderá, no se puede llevar á cabo sin gas- tos de más ó menos importancia, y estos gastos no pueden sufragarse sino con las donaciones voluntarias de los terciarios, toda vez que la O. T. carece de bienes propios con que atender á estas necesidades. El buen terciario, el tercia- rio amante de su Orden y devoto de su Santo Patriarca, no debe, pues, contentarse con abonar la cuota establecida, que es siempre cosa muy módica, sino que, según sus facultades, ha de contribuir con expontáneas limosnas al sosteni- miento de las funciones religiosas de su congre- gación. ¿Qué decir, por consiguiente, de aquellos ter- ciarios tacaños y miserables que ni siquiera satis- facen la cuota establecida, á pesar de ser tan exigua? Que son terciarios de poco espíritu, de escaso fervor y de ningún entusiasmo por su Orden. ¿No-es muy triste, amados terciarios, lo que acaece á algunas congregaciones que no pue- den celebrar sus funciones religiosas, ó tienen que celebrarlas de un modo raquítico é indigno de la grandeza de Dios y de la gloria del Seráfico Padre, por carecer de recursos á causa de la falta de generosidad y desprendimiento de los tercia- rios? Y no es que la O. T. haya de celebrar sus
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz