BCCPAM000526-2-20000000000000
154 DEL ESPÍRITU DE CARIDAD FRATERNA —, cordia que reinaba entre ellos, tan estrecha la caridad que los unía y tan solícitos y cuidadosos andaban en socorrerse y ayudarse unos á otros, que realmente parecían tener todos una misma alma y un mismo corazón. Por el contrario, nada sería más afrentoso y vituperable, nada más digno de lamentarse, que los rencores y discordias entre los que son hermanos por vocación, y están obli. gados á dar al mundo mayores ejemplos de cari- dad y mansedumbre cristiana. ¡Oh, qué escándalo tan perjudicial sería esto para los demás cristianos! ¡Una congregación de hijos de San Francisco desavenidos, distancia- dos unos de otros y aborreciéndose cordialmente como enemigos irreconciliables...! ¿Cómo podría llamarse á esto, produciendo frutos tan ponzoño- sos, porción del jardín seráfico ó rama del tronco franciscano? Más bien que familia del Serafín de Asís, ¿no debería apellidarse, semejante congre- gación, conventículo de Satanás que es el que fomenta los odios y las disensiones entre los hombres? Y el Seráfico Patriarca que instituyó su O. T. para acabar con las enemistades y estable- cer en los pueblos y en las familias el reinado de la paz y del verdadero amor del prójimo, ¿se com- placería en unos terciarios que eran elementos de discordia? ¡Medítenlo bien los terciarios rencoro- sos y vean si su conducta puede merecer la apro- bación y las bendiciones de su Padre San Fran: cisco! Huid, por lo tanto, carísimos hermanos, de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz