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a Pa => e Ml a e Rao A 2 Ñ nl Ad 4 l | se 3 a Dña == E 132 El. TERCIARIO Y LA PRENSA cia, bien por costumbre, lee todos los días esos periódicos de perdición? Pues valeos de vuestra amistad, de vuestra influencia ó de vuestra autori- dad para apartarlos de esa lectura perniciosa; decidles que no compren esos periódicos, que son á la vez enemigos de la Religión, del orden y de la moralidad; proporcionadles, si podéis, hojas católicas, sanas lecturas que sustituyan á las malas, y con esto algo remediaréis de los daños sin cuento que causa esa prensa desastrosa. ¡Oh, si cada uno de los católicos hiciera esto, si todos trabajaran con verdadero celo en este sentido! ¡A buen seguro que no sería tan grande el poderío infernal de la prensa impía, ni tendríamos que llorar tantas ruínas y desastres! Pero desearéis ahora conocer esos malos perió- dicos que debéis evitar, lo cual, sobre parecerme justo, lo creo además necesario, pues naturalmente sin este conocimiento os sería imposible apartaros de su lectura. No es cosa fácil, sin embargo, la de presentar un índice completo, ni siquiera aproxi- mado, de los periódicos impíos, ni esto lo consiente tampoco la índole de una conferencia. En los documentos de los Prelados, en las revistas cató- licas y en los folletos y libros de propaganda reli- giosa, podéis ver citados por sus nombres, si no todos los malos periódicos, la mayor parte de ellos. Por esto yo sólo me concretaré á daros aquí algunas reglas generales, con las que fácilmente podréis conocer á esa prensa calamitosa. Y sea la primera, que os abstengáis de leer o

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