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CONFERENCIA CUARTA 63 más perniciosa, cuanto que tienen á su servicio lo que ellos llaman Orden Tercera, la cual esquiva nuestras pesquisas y se entromete en la vida de la familia, predicando resistencia á las leyes moder- nas.» Así, carísimos terciarios, al cabo de siete: siglos viene á confesar, este enemigo de la Iglesia, lo mismo que en el siglo XIII confesaba, de la influencia de la O. T., el canciller de Federico ll, Pedro de las Viñas. Ello es un hecho consolador: que la O. T., hoy como ayer, toma parte muy activa en todas las obras á que impulsa el espíritu cristiano más fer- voroso. En Alemania, en Inglaterra, en Francia, en Italia, en Bélgica y en Suiza, los terciarios son los campeones más decididos de la Iglesia; han fundado periódicos y revistas y reparten libros y hojas de propaganda entre los obreros; sostienen hospitales, casas de lactancia, patronatos para sirvientas y orfelinatos; dan conferencias á las clases trabajadoras, en círculos fundados para de- fender al obrero de caer en las garras del protes- tantismo y, en fin, en esos países son los tercia- rios de San Francisco los apóstoles más celosos de la verdad católica y los enemigos más temi- bles de la herejía. En nuestra patria muchas her- mandades de terciarios sostienen centros cate- quísticos que producen excelentes resultados y, aunque en menor escala que en otras naciones, fomentan la buena prensa y toman parte en todas. las obras de la acción católica. Otro tanto hacen los terciarios de América y otras partes del mundo,