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14 ORIGEN DE LA V. O. T. trumento el más eficaz para regenerar las cos- tumbres de los pueblos y hacer circular en abun- dancia la savia del Evangelio por las venas del cuerpo social. Con esto resolvió, además, el con- flicto de muchas almas que, ansiosas por una parte de mayor santidad, no encontraban, por otra, en su propio estado, recursos bastante poderosos para realizar sus piadosos anhelos y hubieran deseado abandonar el mundo, no pudiendo verifi- carlo por impedírselo legítimas é ineludibles obli- gaciones; todo lo cual solucionó admirablemente la O. T. de Penitencia. Porque ella les propor- cionó el modo más ventajoso que se pudiera imaginar para consagrarse á Dios sin salir de sus casas y vivir como religiosos sin dar de mano á los negocios temporales; ella les trazó un camino llano y seguro para subir hasta lo más encumbrado de la perfección evangélica; ella fijó su voluntad sometiéndola expontáneamente á un conjunto de prescripciones, usos y ejercicios espirituales de marcado sabor monástico; ella, en fin, armonizó las ocupaciones de la vida seglar con el recogi- miento, la mortificación y todo lo demás que cons- tituye el ascetismo del claustro. Ya nadie creyó que fuese preciso huir del mundo para poner en práctica la doctrina de Jesucristo y llegar á la unión más íntima y perfecta con Dios; abrazando la O, T. de Penitencia, en cualquiera estado se podía conseguir esto con facilidad. De este modo San Francisco se propuso renovar los ejemplos de fervor de los primitivos cristianos y convertir