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CONFERENCIA DÉCIMAQUINTA 239 ELA timientos de la Iglesia sobre este acto religioso, ya también porque semejante recuerdo tiene gran eficacia para aumentar en los terciarios la estima y veneración hacia la V. O. T. Comiénzase por la solemne invocación del Espíritu Santo con el Veni Creator, himno que la Iglesia emplea para impetrar las luces sobrenatu- rales en asuntos difíciles Ó de importancia; ense- ñando con esto al terciario que no debe en manera alguna llegarse al altar para hacer su profesión temerariamente y sin reflexión de ninguna clase, sino que ha de pensar antes en su interior lo que va á hacer, y que ha de pedir humildemente á Dios la gracia necesaria para perseverar en los santos propósitos que va á formular ante su divino acata- miento, para llevar, de este modo, á feliz término la obra de vida Seráfica que ha de empezar en el día de su profesión. Luego de esto el sacerdote pregunta al candidato qué es lo que desea, á lo cual éste responde: «Padre, pido ser admitido á la santa profesión de la Tercera Orden de San Fran- cisco, para servir á Dios en ella hasta la muer- te.» Habiendo el Ministro de Dios contestado á la súplica del postulante con el Deo gratias, síguese inmediatamente la profesión, empleando para hacerla la siguiente fórmula: «Yo, en presen- cia de Dios Omnipotente y en honra de la Inma- culada Virgen María y del Bienaventurado Padre San Francisco y de todos los Santos, prometo ob- servar todo el tiempo de mi vida los mandamien- tos de Dios y la Regla de la Tercera Orden, a mii ei Dl: Artt A E E Y Ñ dl $ IT E NO,