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CONFERENCIA DÉCIMACUARTA 225 A ES su hermoso cielo y si no tienen más que alguna escasa noticia del riquísimo tesoro de sus indul- gencias y privilegios? ¿Cómo tendrán espíritu fran- ciscano si cuando son novicios no se les instruye debidamente? Como las plantas se desarrollanloza- nas si la tierra donde nacen es fértil y abundante en los elementos que ellas necesitan para su creci- miento, así los terciarios gozarán de una vida franciscana abundante y robusta si en la tierra del noviciado encuentran los elementos necesarios para nutrir su espíritu con doctrina y ejemplos de la Orden Seráfica. De lo contrario, cuando sean profesos mirarán sin entusiasmo la O. T. que co- nocen tan superficialmente, carecerán de fervor y serán terciarios sin impulsos generosos para llenar los nobles fines de su vocación. , Si se nos pregunta qué debe hacerse para lo- grar que el noviciado de los terciarios sea lo que se ha propuesto la Iglesia al prescribirlo y pro- duzca buenos resultados, diremos: elegir perso- nas competentes que sepan y quieran desempeñar fielmente el cargo de Maestro y obligar á los no- vicios á asistir á.las instrucciones que éste les haga. Este es el único medio para evitar que el noviciado quede reducido á una simple ceremonia. Ni hay para qué decir las cosas que han de ser objeto de estas instrucciones familiares, pues claro está que son todas aquellas que se relacionan con la Regla, con la naturaleza é historia de la 0. Es con la vida de San Francisco, junto con los medios de perfección cristiana de que ha de valerse el

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