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CONFERENCIA DÉCIMATERCIA 2165 de practicar? ¿No veis, amados hermanos, cómo los impíos no se avergilenzan de exhibir los signos de la masonería y otros no menos ridículos é in- morales? ¿Y habéis vosotros de tener reparo en ostentar públicamente cosa tan honesta y tan cris- tiana, como el cordón y el escapulario? Terciarios pusilánimes, hombres de poca fe y menos espíritu religioso, decidme: ¿tan indecoro- so os parece vuestro estado, tan innoble vuestra vocación, que procuráis ocultarla con tanto cuida- do? ¿Por tan despreciable conceptuáis ese hábito que han vestido pontífices insignes, reyes y em- peradores gloriosos y sabios afamados? ¿Y ten- dréis reparo de adornaros con esa prenda que llevaron sobre sí los santos más extraordinarios del Catolicismo? ¿Dónde está, pues, vuestro amor y devoción al Seráfico Patriarca? ¡Indignos sois, los que tal hacéis, de pertenecer á su familia, de participar de sus gracias y privilegios, ya que prácticamente habéis desertado de ella con vues- tra miserable cobardía! Mas vosotros, terciarios fervorosos, huid de tan reprochable conducta; tened valor y entereza para arrostrar los despreciables insultos de la im- piedad; hacedle ver que no tenéis por qué aver- gonzaros de seguir las huellas de aquel glorioso Santo que fué imagen perfecta y copia fidelísima de Jesús Crucificado; con humildad, mas con no- ble gallardía y sin temor alguno, mostrad al mundo las enseñas de la Penitencia, y sabed que mientras él os maldice, Dios os colma de bendiciones, y que Ú Mi ll! SIA E TARMA