BCCPAM000526-2-19000000000000

4 ORIGEN DE LA V. O. T. Comienzo á desarrollar el plan que me he propuesto, hablándoos en esta primera conferen- cia del origen de la V. O. T. y del objeto de su institución.—Ave María. Al proponerme exponer á vuestra considera- ción el origen de la V. O. T., no esperéis escuchar el relato de un acontecimiento ruidoso por las circunstancias que lo acompañaron é imponente por el aparato y magnificencia con que se realizó, pues nada de esto ofrece en su nacimiento la O. T., sino, más bien, todo lo contrario. No hallaréis allí, en efecto, cosa alguna que deslumbre los ojos ni halague los sentidos: el brillo de las riquezas, la majestad y fuerza del poder, la refulgente au- reola de la ciencia, la gloria del mundo en alguna de sus múltiples manifestaciones, nada, en fin, de lo que impresiona el ánimo con su grandiosidad. Inspiración genuina del Evangelio, la O. T. de- bía tener otros principios y otros cimientos muy distintos de los que sirven de base á las empresas terrenales: debía fundamentarse sobre la humil- dad, sencillez y pobreza, que han sido el distin- tivo de las obras de Dios desde que Él quiso confundir la vana sabiduría de los hombres con la sublime locura de la cruz. Y así aparece realmente en sus comienzos esta benemérita obra Franciscana: teniendo por cuna la pobreza y sencillez; pequeña como el grano de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz