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CONFERENCIA NOVENA 147 curaros el sustento; pero mejor sería confesar que os falta voluntad firme y eficaz de practicar todas estas cosas, porque cuando ésta de verdad existe, se halla tiempo para todo. La experiencia de todos los días enseña, que para las cosas de nuestro gusto siempre encontramos ocasión de practicar- las, y que los que de veras son aficionados á las cosas de piedad, no obstante sus trabajos y ocu- paciones, tienen siempre tiempo holgado para consagrarse á ellas. Para convenceros más de esto, recordad sino, el ejemplo de tantos terciarios que teniendo asuntos más graves, negocios más impor- tantes y ocupaciones más perentorias, se ocupa- ron, no obstante, en todo eso que á vosotros tan difícil os parece de practicar. San Fernando, rey de España, y San Luis de Francia, entre los azares y peligros de la guerra, abrumados por el peso del gobierno de sus esta- dos, y constreñidos á atender á las mil exigencias de la corte, rezaban, sin embargo, diariamente el Oficio Parvo de Nuestra Señora, hacían fervorosa y larga oración, se entregaban á la penitencia y llevaban, en fin, una vida tan piadosa en medio de las distracciories del mundo, como si realmente vivieran en el retiro y soledad más apartada. Los Bienaventurados Luquesio y Pedro de Sena, ambos de oficio mercaderes, sabían hermanar las ocupa- ciones de su estado con el recogimiento y las prác- ticas de piedad más fervorosas, trocándose en verdaderos mercaderes del reino de los cielos, que con incansable solicitud buscaban la preciosa