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CONFERENCIA NOVENA 137 medio de la Regla, que los que hayan de ser ad- mitidos en este Instituto, aparte de la pureza é in- tegridad de fe católica, han de ser también de buenas y probadas costumbres, porque sin éstas, la fe no aprovecha, es inútil, en orden á la con- secución de nuestro último fin. Después de haber tratado en la anterior con- ferencia, de la ortodoxia de fe que ha de tener el terciario de San Francisco, voy en la presente á disertar sobre las buenas costumbres y santa vida que ha de observar. Asunto no menos interesante es este que el anterior; pues si la verdadera fe es el principio de la vida cristiana, las loables cos- tumbres son su complemento y perfección; y tanto importa conocer lo que debemos creer, como lo que hemos de practicar. —Ave María. I La santidad de costumbres que la V. O. T. prescribe á todos los que á ella pertenecen no es distinta, claro está, de la que impone á todo cris- tiano la Religión y la moral de Jesucristo. El ter- ciario no es más que un cristiano que voluntaria- mente se ha propuesto vivir con mayor perfección mediante la observancia de la Regla y demás leyes del Instituto á que pertenece. De consiguiente, las costumbres del terciario deben ser, ante todo y sobre todo, cristianas; esto es, reguladas por las leyes divinas y eclesiásticas, y basadas en la moral del Santo Evangelio. En este troquel ha de 3