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114 ESPÍRITU DE LA Y. 0. T. cuales vemos la T. O. á la cabeza del movi- miento católico, como acontece en Francia, en Alemania, Inglaterra y en algunas repúblicas de América, donde las congregaciones de la O. T. son poderosos centros de acción católica. Allí los terciarios toman parte muy activa en la propagan- da, en el triunfo de los candidatos católicos en las elecciones políticas, en la difusión de las enseñan- zas de la Iglesia, por medio de conferencias que se dan á los obreros para preservarlos de las doc- trinas socialistas. Con este fin sostiene la O. T. escuelas y numerosas publicaciones que se repar- ten gratis entre la clase trabajadora. Para confirmación de lo que venimos diciendo, y para que se vea cómo en otras partes entienden la misión de la V. O. T., escuchad los acuerdos que no ha mucho se tomaron en un Congreso terciario celebrado en Buenos Aires. En esta im- portantísima Asamblea se acordó: crear un Direc- torio que ejercitase una enérgica y constante acción social para proteger las obras católicas existentes, iniciando además las que conceptuase necesarias; gestionar la federación de todas las sociedades católicas del país, y ofrecer á los se- ñores Obispos el concurso de la T. O. para la realización del segundo Congreso de los católicos argentinos; que los terciarios defiendan, bien con la palabra, bien con la pluma, los intereses tem- porales de la Santa Sede; que se ofrezcan espon- táneamente á coadyuvar á los párrocos en la enseñanza de la Doctrina cristiana, y que las her-