BCCPAM000526-2-19000000000000

88 GRACIAS Y PRIVILEGIOS DE LA V. O. T. a ] Cosa muy estimable debe ser para todo buen cristiano el tesoro de las santas indulgencias que la Iglesia pone á nuestra disposición en determi- nadas ocasiones. Sólo para el incrédulo ó el cris- tiano indiferente que se cuida, poco ó nada, de lo que atañe á su salvación, pueden ser las indul- gencias objeto de menosprecio. Para ellos, estas gracias no tienen valor alguno, se ríen de ellas como de una superchería, se burlan de los que las estimamos como un tesoro riquísimo, y su impie- dad llega hasta calumniar á la Iglesia de haber in- ventado las indulgencias como un medio de lucro é interés material. Compasión y lástima muy grande debe causar- nos la ceguera de esos infelices que, á fuerza de mirar á la tierra, se han olvidado completamente del cielo, fin supremo de nuestra creación, y, de tanto pensar en la materia, se han vuelto terrenos y materiales, no pudiendo alcanzar que, fuera de estas cosas deleznables y perecederas que hieren nuestros sentidos y excitan nuestras concupiscen- cias, haya algo que sea digno del amor y estima de nuestro corazón. No me detendré, por no decir á mi propósito, en refutar las impías blasfemias con que en los tiempos antiguos y en la época moderna ha sido combatida la doctrina católica sobre las indulgen- cias. Vosotros créeis, á fuer de buenos cristianos,