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71 naventura de Ferrara, y tan enriquecida de indulgencias, que debia ser mas conocida y propagada. La costumbre de coronar 4 la Virgen Maria en sus varios titulos y advocaciones es también de origen totalmente Franciscano. A fines del siglo XVI, un Capuchino de la provincia de Bolonia, el P. Jerénimo de Forli, llamado por todos el Apdstol de Maria, organiz6 una fiesta espléndida: la coronacién de una Virgen, muy venerada en el pais que evangelizaba. Como siempre, la caridad fué maravillosamente prodiga A _ la invitacién del. predicador, el oro, la plata’ y las piedras preciosas cafan con .profusidn en sus manos para hacer 4 la Reina del cielo una brillante corona, y se cuenta que ‘la. Virgen Maria se aparecié para significar cudn agra- dable le habia sido este homenaje. La Orden Franciscana ha tenido también mucha parte en la insti- tucidn de las fiestas de la Santisima Virgen. La Visitacién fué celebrada por primera vez en la Iglesia de los Frailes Menores, en 1263, y la fiesta de los Desposorios de Maria les concedio por primera vez Pablo III. zY qué diremos de Nuestra Sefiora de los Angeles 6 de la Porcitincula? Todo el mundo catdlico conoce esta fiesta establecida para llevar 4 las almas del purgatorio innumerables indulgencias. Pero atin hay una fiesta muy nueva, muy dulce, muy poética, y que es también de los Capuchinos: la Divina Pastora, Madre del Buen Pastor. El P. Isidoro de Sevilla confiaba 4 la mistica Pastora de las almas el resultado de su apostolado, y después todas nues- tras Misiones han sido puestas bajo su _proteccién. Réstanos decir. una. palabra sobre las Congregaciones estable- cidas por nuestra Orden: en honor de Maria. Y antes debemos mencionar dos Ordenes Franciscanas que han sido fundadas, la una en Francia, por Santa Juana de Valois, la Orden de la Anun- ciada, aprobada por Alejandro VI en 1501; la otra en Espafia, en honor de la Inmaculada Concepcién, por Beatriz de Silva, religiosa Clarisa de Toledo en el afio 1484. Entre las Congregaciones puramente locales fundadas por los Franciscanos, citaremos solamente la de Toledo, por el gran Cardenal Cisneros, con el titulo de la Concepcién de la Madre de ,Dios, y que nuestro_analista Waddingo dice haber estado muy floreciente en el afio 1506; la de San Leonardo de Puerto Mauricio, que present6 4 Benedicto XIV, aprobada el 16 de Diciembre de 1746, con el titulo de la Congre- gacion de los Amantes de Jestis y de Maria. Ky 8.