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A GUISA DE PROLOGO. SPDPLLLA LD a] BSORTO y extatico dejéd al Evangelista S. Juan la | aparicién aquella sorprendente y maravillosa que vié en el firmamento, «Signum magnum apparuit in ca-lo; mulier amicta sole et luna sub pedibus ejus et in ca- pite ejus corona stellarum duodecim.» Una sefial grande aparecié en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y corona de doce estrellas en su cabeza. El] libro del Apoca- lipsis, como su nombre mismo lo dice, es una profecia misteriosa, de los principales acontecimientos que habian de sucederse en el transcurso de los -siglos durante la existencia de la Iglesia. Registrando sus fastos gloriosos :no encontraremos algtin hecho, que responda 4 aquella’ Aparicién que vid el Evangelista en la isla de Patmos? ;Seria acaso una temeridad sospechar al menos que la profecia de S. Juan haya tenido su cumplimiento en las Apariciones de Ntra. Sefiora de Lourdes? En el cielo de la Iglesia Catdélica aparecid 4 mediados del siglo XIX en la ciudad de Lourdes esa sefial grande, esa mujer bendita entre todas las mujeres, revestida del sol de justicia y. teniendo 4 sus pies todas las cosas mudables y perecederas, la creacién entera representada por la luna y con una corona de doce estrellas en la cabeza, simbolo y cardcter externo de su realeza soberana y del dominio absoluto que tiene sobre todas las cosas criadas. El dia 11 de de Febrero de 1858 era el sefialado en los consejos eternos para que se verificara en la tierra esta admirable aparicién. Al caer de la tarde de ese dia, y precedida de un .