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21 la salvacion de una manera cierta, 4 los que fueran constantemente fieles 4 dicha recitacion. Después de los dos Santos hijos de San Francisco, San Alfonso Maria de Ligorio adopt6 esta piadosa practica, y le did el apoyo de su grande autoridad. No solo la recomendaba, sino que la imponia como penitencia 4 los que aun no tenian dicha costumbre. El Santo Doctor exhorta en particular 4 los padres y confesores, a procurar que los nifios sean fieles 4 la recitacién cotidiana de las tres Ave Marias maiiana y tarde. O mas bien, como San Leonardo, recomendabala con insistencia 4 todos, (devotos 6 pecadores) 4 los hombres, a las mujeres, 4 los jovenes de ambos sexos sin excluir las personas consagradas 4 Dios, que recogeran también por dicha practica preciosos frutos de salvacién. He aqui porque en ciertos paises ha sido adoptada por la generali- dad de los fieles. Numerosos ejemplos que podran leerse en un librito titulado: La Dévotion aux Trois Ave Maria, muestran cudn agradables son a la divina Madre las tres Ave Marias y cuantas- gracias particulares proporcionan durante la vida y & la hora de la muerte, 4 los que no las omiten ni un solo dia. Finalmente por un Breve de 8 de Febrero de 1900, el Soberano Pontifice Leon XII[ ha sancionado esta piadosa costumbre, conce- diendo a perpetuidad a instancias de un Padre Menor Capuchino una indulgencia de 200 dias, aplicable 4 las dnimas del purgatorio, 4 los que por la mafiana y por la noche recen tres Ave Marias con la .invocacién recomendada por San Alfonso: Mater mea, libera me hodie & peccato mortali, 6 sea en castellano: Madre mia, presérvame hoy de fecado mortal. Como esta invocacién debe recitarse uva ves por la mafiana y otra por la noche después de cada Ave Maria aconsejamos que se diga por la noche: Madre mia, presérvame esta noche de pecado mortal. El Rdo. P. Juan Bautista, Misionero Capuchino del convento de Blois, aconseja también que las personas piadosas se sirvan de dicha practica de las tres Ave Marias en especiales necesidades, haciendo con ellas una Novena de dias con el fin determinado de conseguir tal 6 cual gracia. Los frutos que con dicha Novena se han conseguido y los ejemplos que dicho Padre refiere son verdaderamente notables. Trabaje, pues, cada cual en su esfera por la propagacion de esta practica devota. Todos tenemos 4 nuestro alrededor personas en las cuales ejercemos cierta influencia: sirvamonos de esta para gloria de Maria Inmaculada.