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ii i ie i a i a H ib ai 7 ee <p — apee | <p att ee Bat Ok tet Ga tee ——+ > — po eee eens <b - Jevocidn y practica d¢ las tres Ave Marias. cs devocién 4 la Santisima Virgen es, sin disputa, uno de los mas grandes medios de salvacién, uno de los signos de predestinAcién mds cierto. Los santos Doctores estan undnimes en decir con San Alfonso de Ligorio, que e/ verdadero devoto de Maria no perecerd. Mas es necesario perseverar con filelidad hasta la muerte, en esta devocton. ‘ Ahora bien, zexiste una prdctica mas facil, m4s al alcance de todos que la de recitar cada dia tres Ave War/.zs en honor de los privilegios concedidos por la Trinidad adorable4 la Virgen Santisima? Esta saludable prdctica fué revelada y ensefiada 4 Santa Matilde por la misma Reina del cielo «como medio de obtener seguramente» la gracia de la perseverancia final 6 de buena muerte.» Conviene, pues, a toda clase de personas, con mucha mas ‘razén que 4 Sta. Matilde, la cual, por su vida sumamente perfecta, podemos decir se aseguraba la mayor de todas las gracias, la de morir en la paz y amistad del Sefior. El primero que se sirvid de dicha prdctica, el primero que la recomendo fué San Antonio de Padua, con el fin especial de honrar la virginidad sin mancha de Maria, y de conservarse en una perfecta pureza de espiritu, de corazén y de cuerpo, entre los peligros del mundo, Muchos experimentaron, a ejemplo del Santo, tan saludables efectos. Mas tarde, el célebre misionero franciscano San Leonardo de Porto Mauricio hacia recitar las tres dve Marias maiiana y tarde, en honor de Maria Inmaculada, para obtener la gracia de evitar todo pecado mortal durante el dia y durante la noche; y ademas prometia i ahaa

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