BCCPAM000525-6-22000000000000

El Patriarca $. Francisco Y LA FIESTA DE NAVIDAD. le llamé un gran pontifice, vivia identificado con los senti- mientos de la iglesia catdélica, y celebraba con suma devo. ciédn los misterios que ésta conmemora en cada época del ajo. El se revestia en cada fiesta con el mismo espiritu de la Iglesia nuestra Madre y procuraba penetrar hasta donde le era posible el misterio que celebraba, para encederse en amor divino, y trans formarse en Dios. ; Entre todas las festividades tenia para él una atractivo especia- lisimo la de la Natividad del Sefior Se preparaba para celebrarla con dos meses de ayunos que comenzaban el dia de los difuntos, practica que dejé establecida en su regla y que seguimos aun todos sus hijos. jCon qué gozo veia nuestro serafico Padre acercarse la noche buena! jCon cuadnta devocidn hablaba del Nifio de Belén! Con qué afecto inculcaba la devoc.6n al Nacimiento del Mesias! El fué quien introdujo y popularizéd en Italia la devocién al Santo pesebre, segun cuentan los historiadores de su _ vida. Hallandose en Roma, en 1223, obtuvo ‘licencia del Padre Santo para ir 4 Grecio 4 celebrar el nacimiento del Redentor del mundo y, convocando para ello 4 sus religiosos y a las gentes de los alrededores, dar 4 la fiesta extraordinario lucimiento. San Francisco lleg6 4 Grecio por Noche buena y lo halld todo pre- parado por su amigo Juan Velita, que habia seguido puntual- mente las instrucciones que le tenia dadas. Habianse levantado al aire libre un altar y un pesebre con su asno y con su buey, reproduciendo asf, al natural, el bendito establo de Belén. A media noche los religiosos, seguidos de los aldeanos y montafieses con antorchas encendidas, se_ dirigieron al bosque. Era un es- pectaculo entantador ver aquellos focos de luz moverse por entre S AN Francisco de Asis, varén verdaderamente catd/ico, como tits | 4

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz