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192 lo despidieron los vecinos por temor al contagio, y ya no le qued6é 4 nuestro Santo otro recurso que caminar, arrastrandose con traba jo, hasta la entrada de un bosque, donde encontré una pobre choza. _ Cerca de. aquella cabafia hizo Dios brotar un manantial de agua cristalina, con. maravillosa virtud para preservar de la peste. Be bid de ella el Santo, y, lavando sus llagas con la misma agua, se sintid muy aliviado. Faltdbale que comer; pero Dios tomé provi- dencia. Cerca del bosque habia un castillo habitado por un ca- ballero llamado Gotardo donde vivia con su familia mientras du raba la peste. Estando un dfa 4 la mesa, uno de sus perros tomo un pan en la boca y se escapé con él. No did importancia a la cosa, hasta que el perro repitid la operacién una y ‘otra vez. A la tercera le fueron siguiendo y vieron que el animal entré en la cho- za, que alargé el pan 4 Roque, y que, después de haberle halagado y lamido las llagas, se retird. Informado Gotardo, fué 4 ver al siervo de Dios, y prendado de su mansedumbre y de aquel aire de santidad que resplandece en los Santos, le pregunté quién era y por qué estaba retirado en aquella choza Respondié el Santo que porque estaba tocado de la peste, y que por lo mismo le suplicaba 4 él que se retirase. Luego que llegé a.su casa el caballero, reprendiéndose 4 si mismo su pusilanimidad y..cobardia, fué adonde estaba.el Santo y le declaré que estaba re- suelto. 4 no abandonarle. Transformado en otro hombre el nuevo ermitafio, renuncid todos los empleos y conveniencias, y se con:a gré al servicio de Dios, pasando el resto de sus dias en la soledad. Nuestro Roque, acompafado del nuevo solitario, volvidé 4 Plasencia, y. habiendo hecho la sefial de la cruz en.el hospital y en las calles, desaparecié la peste. Florecia_ por. aquellos tiempos en Plasencia la V. O. T. del Serdfico P. S. Francisco, y se cree que fué entonces cuando Roque se inscribid en ella, vistiendo la librea serafica de la O. Tercera de Penitencia, por lo cual los hijos terceros de San Francisco lo cuen- tan entre sus hermanos canonizados. Vestido con el nuevo traje, regresO 4 Francia en forma de peregrino:y pidiendo limosna. Tan desfigurado estaba, que habiendo llegado 4 un lugar de su antiguo dominio, ninguno le conocid; y como a la sazén todo estaba lleno de, sospechas 4 causa de la guerra, fué tenido por espia y como tal presentado al gobernador de Montpellier, que era precisamente su mismo tio. Tampoco éste le conocié, y después de jualtratarlo, fué condenado 4 carcel perpetua, donde prefirid el Santo sufrir a declarar quién era. Cinco aflos pasé Roque en obscuro calabazo; al cabo de los cuales, habiéndole sido revelado el cercano dia de su muerte, pidio al carcelero que llamara 4 un sacerdote. Admirdése éste cuando vid al preso rodeado.de celestial resplandor, y mas cuando al confesarle conocié la santidad de aquel hombre extraordinario. Apresurado fué. 4 contar, al gobernador cuanto habia presenciado; pero éste lo tomé por visionario: no asi el pueblo, que acudié en tropel al ca-
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