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182 —Estoy 4 sus ordenes, Santisimo Padre, Je contesté. _—Habeis vista la Gruta de los jardines del Vaticano? —Si, Santisimo Padre. Yo la veo también con frecuencia y no me satisface; deseo que en ella se hiciera alguna cosa importante que la mejorara por completo: —«Para ello ya procuraremos llevar 4 ella algunas peregrina- cioncs, celebrar algtin culto, y con ello tomara vida y atractivo. —No, ni las peregrinaciones ni el culto podrian hacerse alli como conviene. Antes de eso hay que embellecer la Gruta, lo demas vendra por, si mismo. Vos que conoceis 4 Lourdes y habeis dirigido varias peregrinaciones, podriais darme un proyecto de embellecimiento para mi Gruta. Teneis mi aprobacién; procurad ejecutarlo. —El Sr. Obispo de Tarbes, repuse yo, intenta levantar un altar en ella, y estoy en la seguridad que lo cumplira con sumo gusto. —Un altar es poco, replico Pio X. Quiero algo mas que un altar. Pensadlo bien y ya volveremos hablar. Bien Santisimo Padre, lo pensaré y volveré. «Lo que conviene- hacer, me dije 4 mi mismo, es que asi como en Lourdes se recuerda el Vaticano, del mismo modo los que vengan ahora a la Gruta del Vaticano se crean que estan en Lourdes. Por de pronto se me ocurren dos ideas; dar 4 la Gruta de los jardines papales todo el parecido posible 4 la de Lourdes y escribir al Obispo de Tarbes para que hiciera un llamamiento 4 los fieles de su didcesis abriendo una suscripcién, para los gastos de las obras» En* efecto, el celoso Mgr. Radini Tedeschi no dejé piedra sin remover para llevar adelante su plan trazado. La didécesis de Maria, la de Tarbes respondioé con entusiasmo tan conmovedor 4 los deseos de su Obispo que al terminarse las obras, anunciaba la Revista de Lourdes Annales de Notre-Dame de Lourdes. \a respetable cifra de 74,901 francos Las obras nuevas de embellecimiento empezaron con toda feli cidad bajo la direccién del arquitecto de los Palacios Apostdlicos Mgr. Sneider en 1904. Al afio siguiente la Gruta del Papa se habia trasformado; una majestuosa rampa adornaba por ambos lados la imitada Basilica de Lourdes, la torre se levantaba airosa y esbelta por entre las frondosidades de aquellos amenos jardines, y la Virgen de Lourdes empezaba 4 reinar en aquellas estancias santificadas por la presencia del cautivo Augusto del Vaticano. Su Santidad Pio X queria inaugurarla personalmente dando 4 la fiesta toda la solem- nidad posible y revistiéndola del grave y majestuoso ceremonial con que se hacen en el Vaticano los acontecimientos religiosos. El dia 28 de Marzo de 1905 fue el dia sefialado. Momentos antes de la funcién los caminos de los jardines papales estaban materialmente cubiertos de gente. Al llegar la carroza que conducia la Venerable persona del Vicario de Jesucristo, cerca de 20.000 personas de toda condicién y jerarquia levantan sus pafiuelos y con entusiasmo que dificil es describir en tales circunstancias, le aclaman y le ovacionan delirantes. Alli se veian religiosas con sus blancas tocas, el Co- tea Ea MEE eS Ga AE A cams 26s OE A FeSORS 3 iE be |
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