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San Lorenzo d¢ Brindis, MinistRO GENERAL LE 1.A OkDEN DE C\PeCHLNos, . 4} AN Lorenzo de Brindis gloria de la Religién serafica y orna- “mento de la Iglesia catélica nacid en la hermosa ciudad de — Brindis en Italia. Desde sus primeros afios mostré suma inclinacién a la virtud, y accediendo sus buenos padres a las repetidas instancias del ino. cente nifio, 4 la edad de seis afios le vestieron el habito de fraile conventual. Con la‘ edad iban creciendo sus virtudes y en alas del fuego del-amor de Dios que ardia en su corazon se extendia cada vez ms y mas su celo por el bien de las almas, gNo veis ya alli en la ciudad de Brindis un niflo que apenas puede hablar, y ya predica en la Iglesia Catedral con admiracién y espanto’ de los circunstantes? Ese es nuestro santo que vestido de frailecito en la edad de seis afios, tiene ya licencias de su obis po para anunciar la palabra de Dios ptblicamente, reprendiendo los vicios, alabando las virtudes y empezando tan .temprano 4 ser un ministro util 4 la iglesia y un buen ciudadano que procura des- de la infancia la felicidad de todos sus compatriotas. Habla por nosotros, noble ciudad’ de Verona, en cuyo convento vistid el Santo el burdo sayal capuchino. Pregonad sus virtudes santos religiosos que absortos contemplasteis 4 tan angélica criatura. Ha- blad y ensalzad sus méritos, que nosotros mudos y silenciesos re petiremos aquellas palabras de Ja Escritura: «Surrexit quasi ignis et verbum ipsius quasi facula ardebat.» No parece sino que se vid enriquecido de aquellos carismas divinos con que el Divino Espiritu galardoné los trabajos y celo de los apéstoles. A su inteligencia privilegiada rendian vasallaje Ja Sagrada Escritura, la Teologia, los Canones, los SS. Padres y las ciencias todas que abarcaba y comprendia con mirada de dguila que desde la cumbre de altas montafias domina los campos. y los valles. «En verdad que ingenio tan prodigioso puede ser contado