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76 salen de tu Corazon virginal, para que mire sin cesar q] Corazon amable de tu Hijo, y me acerque á él, y me. rezca habitar en él todos los dias de mi vida, y recibi; en el cielo aquel rio caudaloso de alegrías inefables que salen de él, y hacen bienaventurados á los hombres pot toda la eternidad. Oraciones y demás como el primer día. DIA IX. YO Todo como el primer día. MEDITACION. De la union del Corazon de María al Hijo de Dios por la esperanza. Desde el primer instante de la existencia de María empezó el Verbo divino á bañar su alma santísima con los rayos de su luz, enseñándola todas las verdades ne- cesarias para disponerla á la gran dignidad, á que esta- ba predestinada. Desde entonces comprendió María que habia sido criada para poseer á Dios en la vida presente por la gracia, y en la futura por la gloria: y como para obtener tanta dicha, era necesario que tomase nuestra naturaleza el Hijo de Dios, y que consumase el rescate del hombre, dando su vida, y ofreciéndose en sacrificio, fue infundida á María la virtud de la fe por la cual co- noció cuantas promesas hiciera Dios á los patriarcas; y la fueron descubiertos los deseos, que animaron á los