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273 guida salen las gracias y favores, yendo del Padre al Hijo, del Hijo á la Madre, y de la Madre á los desven- turados * Formemos por tanto la resolucion de no ser ingratos á tanto amor, como nos tiene nuestra Madre, y de cor- responder á sus sentimientos de ternura con una devo- cion sólida y verdadera, que consista en imitar sus vir- tudes: y ya que con los ojos de la fe la contemplamos abismada en el océano de las glorias inefables , que me- reció por haber tomado parte en la redencion del mun- do, propongamos no pasar un solo dia, sin pedirla que nos alcance de su Hijo el don de la perseverancia final. en la cual está cifrada nuestra eterna bienaventuranza. ¡O Madre amorosa, digámosla; ya que has hallado tanta gracia con el Rey de la gloria, repártela á tus po- bres hijos, dando indulgencia á los reos, medicina y salud á los enfermos, fortaleza á los débiles, consuelo á los afligidos, auxilio á los que peligran, y la libertad de hijos de Dios á todos en el cielo. Despues de haber meditado, se dirá la oracion si- guiente: Amorosísimo y dulcísimo Señor, que, en el momen- to de la Asuncion de María Santísima á los cielos, ves- tísteis su cuerpo virginal de todas las galas y riquezas, que la teníais reservada como á Esposa vuestra para el dia de su triunfo sobre la muerte, y de su entrada ma-= gestuosa en el cielo! y enriquecísteis su alma con todos los gozos del paraiso, dándola además imperio sobre 1 Mater stat ante Filium: Filiusante Patrem. Mater Filio os- tendit pectus, et ubera: Filius ostendit Patri latuset vulnera: ib; nulla poterit esse repulsa, ubi sunt tot amoris insignia. (S. An- tonin.) 18