BCCPAM000524-1-33000000000000
de los dos, no puede sufrir su Corazon que estos dos hijos vivan enemistados *. Han de tener que pedirá Dios los hombres el perdon de sus pecados; mas siendo indignos de ser oidos por sus iniquidades, hablarán á su Madre, y esta mostrará á su Hijo el seno donde lo ali- mentó, y él enseñará á su Padre las llagas que sufrió; y no negando nada el Padre al Hijo, niel Hijo á la Madre, tampoco la Madre negará nada al pecador, y así este . será salvo * Habia ya manifestado María Santísima , mas de una yez, que su Corazon encerraba una solicitud maternal hácia los hombres. ¿Qué otro motivo, sino el de mirar por su bien espiritual y temporal, la movió á ir á visitar á su prima, apenas supo que Dios la habia mirado con ojos de piedad? * ¿Qué otro objeto se propuso, cuando en Caná de Galilea se hizo la intercesora de los meneste- rosos? * ¡Qué milagros tan estupendos de la gracia se hicieron en la primera de estas ocasiones con la presen- cia de María! ¡Qué ensalzado fue el Señor, y qué socor- ridos se vieron los hombres en la segunda! De esta ma- nera habia descubierto la Inmaculada Señora, cuán pro- fundamente la movian á compasion las miserias huma- nas: pero, que María amase á los que creen en Jesus, con el mismo amor que tiene á este: que demostrase al pecador toda la solicitud maternal, que tuvo para con 1 Tu Mater Regis, tu Mater exulis: tu Mater rei, tu Mater judicis; tu Mater Dei et hominis. Cum sis Mater utriusque, dis- cordias inter filios tuos sustinere nequis. (Div. Bern. in depre- cat. ad Virgin.) 2 Pater nihil negabit Filio petenti: Filius nihil negabit Matri postulantií: Mater non negabit peccatorí petenti. (Div. Bern. in deprecat. ad Virg.) 3 Luc. cap. 1. v. 39. 4 Joan. cap. 2. v. 3.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz