BCCPAM000524-1-33000000000000

183 obras *. Resplandecia en el hogar doméstico y en el trm- ubr ciuz subitáneaz y adversa, y mostrábaze verdadéra= ze en las ocurren- to con cuantos la ródeaban: d mente sublime é inefable en loz lances más dolorosos, por donde ha podido pasar un corazon de madre. ¡Qué lenidad de ánimo, qué suavidad de palabr doroso y plácido rostro 28 ve en María, cuando, al apro- ! ¡Qué can= ximarse su parto sagrado, tiene que emprender un viaja molesto en estacion invernal, y por obedecer á un prin- cípe extranjero é idólatra , cambia su hogar por el age- no, no encontrando en él una alma compasiva, que quiera darla siquiera un rinconcito, donde descansar de largas fatigas y abrigarse contra los elementos! ¡Qué se- renidad de corazon al dejar su cara patria, al empren- der un viaje por arenales áridos y trisles, al sentarse bajo una palmera para dar su leche virginal al Niño tierno, y alimentarse ella con un poco de pan, duro quizás y mohoso! ¡Qué tranquilidad tan inalterable, al poner su pié virginal en una region idólatra, donde sus mayores fueran tratados como esclavos, y en cuyas ciu- dades no ha de oir los himnos del Señor, ni habrá quien se compadezca de su pobreza! ¡Ah! Si el Hijo de María fué deseado por los profetas como un cordero ?, y lla- mado por su mansedumbre con este nombre, y mostru- do á los hombres por el Bautista como el Cordero de Dios ?*, y el mismo demostró tan admirablemente en to- das sus obras que lo era, María su Madre puede con toda propiedad ser llamada la Cordera de Dios, pues no respiró jamás, sino humildad y mansedumbre *. 1 Manifesta satis in Virgine ex mansuetudine virtus humili- tatis elucet. (Div. Bern. Serm. de B. V. Mar. in Verb. AÁpoc 2 Tsai. cap. 16. v. 1. 3 Joan. cap. 1. v. 29. 4 Te honoro agnam immaculatam, te predico gratia plenam. Div. Tharas. Serm. de Present. Deipar.)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz