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DIA XVIN. Todo como el primer dia. MEDITACION. Amor del Corazon de María al Hijo de Dios y suyo. Desde que María fué concebida pura y sin mancilla y llena toda del Espíritu Santo, comprendió perfecta- mente, que el conocimiento, que tenia de las perfec- ciones divinas, era una gracia que Dios la hacia por los méritos previstos de su Hijo, que se habia de hacer hombre y morir por salyar á los pecadores. Era este el primer momento de su existencia: y empezó desde aquel punto el Corazon de María á arder en tantas lla- mas de amor hácia el Hijo de Dios, que los serafines mas inflamados no eran á su lado mas que un pedazo de hielo: y cuanto mas meditaba su venida al mundo, mas lo amaba; porque sabia que, siendo infinito en su grandeza , se habia de hacer infinitamente pequeño en nuestra naturaleza , tomándola con todas sus miserias menos el pecado: y se deshacía su corazon, al contem- plar que se habia de convertir en Niño tierno, que habia de padecer frio y hambre, y que habia de necesitar del auxilio humano: y ya que por los méritos de este Hijo, Dios la habia dado á ella cuanto tenia, deseaba em- plearlo todo en favorecerlo, sacrificándose toda por su amor. Este era el amor del Corazon de María al Hijo de 10
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