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RA | | PETT A AT 144 dice á todos su Hijo: «Sed perfectos, porque perfecto es vuestro Padre celestial *.» AFECTOS. ¡Oh Corazon amoroso de María! Verdaderam ¿nte po- demos decir. que, despues del Corazon divino, nos vie- nen de ti todos los bienes; porque de tu seno se tomó aquella sangre preciosa, que nos redimió, y se nos da cada dia , para fecundar nuestras almas y producir en ellas las virtudes: de tu seno tambien provino aquel pan divino, que lo es para los predestinados, y nutre á los hijos de Dios y los hace crecer en la virtud, fortale- ciéndolos para que lleguen al monte de Dios en la gloria, En tu seno tambien se formó aquel paraiso de delicias, en donde hay salud para las gentes, y cuyas aguas rie- gan las almas sedientas, embriagándolas de amor de Dios. ¡Ah! Llamarémoste siempre, ó María, nuestra Madre , nuestro consuelo, nuestra vida , nuestra espe- ranza , nuestra delicia y nuestra gloria: y para que po- damos gozar en el cielo de tu amable compañía, procu- raremos asemejarnos á ti en la humildad y pureza de conversacion, y en la conformidad con la voluntad divi- na en todas las cosas. Así sea. Oraciones y demás como el primer día. Mat. cap. 5. v. 48.

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