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105 DIA XII. Hr Todo como el primer día. MEDITACION. Amor benévolo del Corazon de Maria hácia los pecadores arrepentidos. En el órden de las cosas naturales, apenas hay un objeto que reciba tan fuertes impresiones de otro que esté en relacion con él, como el corazon de una madre; porque, aparte la animacion natural, tiene este una vida moral, que se alimenta con la existencia del hijo, y que solo tiene por objeto su felicidad, y hace que la dicha del hijo forme la del corazon de su madre, y su desgra- cia lo cubra del mas negro y triste luto. Y este amor que la naturaleza imprime en el ánimo materno, va crecien- do mas y mas, á medida que la existencia del hijo se ha hecho mas preciosa , ó por haber venido al mundo en- tre dificultades y trabajos, ó por haberse visto próxi- mo á ser víctima de la muerte. Porque en esta escuela de la adversidad, donde, aun el hombre mas indiferen= te, aprende á apreciar lo que antes miraba con indife- rencia, el corazon de una madre multiplica los grados de su ternura, en conformidad con la acerbidad de las penas que ha sufrido, para poseer muchas veces, lo que muchas veces tuvo por perdido. Todo corazon sensible es oprimido de dolor amargo, cuando no tiene lo que A E A A a A AN CT