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101 tiempo ama á los pecadores con una caridad tan gran- de, que si bien es inferior á la de Dios en la naturaleza, obtiene los mismos resultados; pues para bien de estos desgraciados, entrega á la muerte al mismo Hijo, que habia decretado entregar el Padre desde la eternidad *!. Convirtióse pues entonces el Corazon de María en un inmenso campo, donde combatian dos gigantes dispu- tándose la victoria, y eran el amor del Hijo y el amor del mundo *. Ama al primero con amor infinito, y apre- ciándolo justamente, no pudiera consentir que el impa- sible padeciese, y que el inmortal perdiese la vida: pero salíale al encuentro el amor que tenia á los pecadores, y los veia destinados á eterna desventura, si su amado Hijo no daba su vida por salvarlos; y aunque deseaba que no muriese su objeto amado, era mayor el deseo que tenia de que el mundo se salyase ?. Así, para con=- formar su amor con el del Padre y el del Hijo, entregó á este con ánimo mas que varonil á los tormentos y á la muerte *: por lo que, así como-decimos del Padre que 1 O mira circa nos utriusque Parentis Jesu Christi pietatis dignatio! ¡O inestimabilis Dei et Virginis dilectio charitatis! Qui ut servum redimerent, communem Filium tradiderunt propter nimiam charitatem, qua Deus et Virgo mos miseros peccatores dilexerunt. (Div. Bernardin. Serm. 1, tom. 5 2 In pectore Virginis, ut in campo plano, duo illi gigantes cap. 4 amores decertabant: amor Filii et mundi, sensumque Virginis in diversa trahebant, (S. Thom. á Villanov. conc. 2 de Assumpt. Virgin.) Da Optabat quidem , ut non moreretur talis dilectus : sed amplius desiderabat humani generis salutem. (Rupertus Abb. in Cant. 1,1.) - Voir Virilis Maris animus voluit etiam tradere Filium suum pro salute humani generis, ut Mater conformis esset Patri et Filio. (S. Bonav. in P. dist. 48, q. 2.)

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