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97 salia siempre y se aumentaba el deseo de identificarse con él, y no dábais un solo respiro que no fuese una saeta de amor, que saliendo de tu Corazon iba á parar al de tu Hijo. Me considero enteramente desprovisto de virtud, porque no practico lo mucho que pudiera apren- der en la escuela de tu Gorazon, ni ejecuto lo que el cielo me inspira, siempre que cortemplo tus virtudes. Tú pues, que eres nuestra vida, nuestra esperanza, y nuestro consuelo, alcánzame la gracia para que mi co- razon sea generoso, para amar á tu Hijo, y constante para obrar el bien. Amen. Oraciones y demás, como el primer dia. DIA XI. —o0o— Todo como el primer dia. MEDITACION. Amor del Corazon de María á la humanidad pecadora. Es tan íntima la union que tienen entre sí el amor de Dios y el del prójimo , que no es posible que el pri- mero viva en nuestro corazon, sin que esté junto con él el segundo: y son tan semejantes en su naturaleza y efectos, que van creciendo en nuestras almas con pro- porciones iguales, siendo como una gran llamarada que, saliendo de un mismo centro impelido por una misma causa, se divide en dos partes, una de las cua- - 4