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10 general de la Corte, concedió á nuestro Santo am- p'ias facultades para fundar no sólo en Madrid, si- no aún en todo Castilla Es más; fué tal el entusias- mo que se despertó en no pocas personas de consi- deración dé la villa de Madrid á favor del santo Capuchino, que quisieron que, sin demora y antes que el P. se ausentase, se pusiese en ejecución la fundación de nuestro Convento. Por lo cual el día 11 de Diciembre del año 1609, víspera del día de San Diego de Alcalá, el Iltmo. y Rvmo. D. Camilo Carafa, Nuncio de Su Santidad en España, acom- pañado del mismo Venerable Padre, bendijo un lu- gar llamado el Hospital de los Italianos, que era el lugar destinado para la fundación del primer Con- vento de esta nuestra Provincia de Castilla. Al si- guiente día, que era el convenido para la ceremo- nia de la erección de la cruz, que nuestra Orden acostumbra colocar á la puerta de sus Conventos, organizóse al lugar ya citado una solemne proce- sión, en la que tomaron parte el mismo Excelentí- simo Sr. Nuncio, la familia real, multitud de perso- nas principales de la Corto, y un inmenso pueblo, además de un número regular de religiosos de la Orden, que se habían reunido para asistir á este imponente y solemne acto. Cuando la procesión hu- bo llegado á su término en medio de aquella in- mensa y distinguida concurrencia, hizo la ceremo- nia de la bendición de la cruz nuestro esclarecido P. Lorenzo de Brindis, y la implantó por sus pro- pias manos, quedando desde aquel momento, fun- dada esta nuestra Provincia sobre tan sólidos, ex- traordinarios y aun maravillosos fundamentos. A continuación cantó la misa, que fué con toda solem-
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