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E n 1904 se acabó de habilitar para convento lo que antes l había sido una fábrica. Dos años más tarde el Rmo. P. Angel M.” de Villava bendijo y puso la primera piedra de la iglesia, que se construyó ocho años después con arreglo a los planos del arquitecto pamplonés Don Angel Goicoe- chea. En 1916 se añadió un cuerpo de edificio al ya existente. Ac- tualmente está en proyecto una notable ampliación del Colegio Seráfico. En nuestro Colegio Seráfico Capuchino de 2.* enseñanza cur- san humanidades durante cinco años 110 niños, aspirantes a la vida capuchina. La escuela está bien organizada y en ella los niños reci- ben una esmerada educación, tanto física, como intelectual y moral. Aunque la mayor parte de los religiosos se dedican a la educa- ción de los seráficos, hay algunos que con mucho celo se consagran al apostolado. Tienen bajo su dirección y gobierno varios centros de la Orden Tercera distribuidos por la Barranca, y algunos en Alava. El número total de Terciarios esciende a 1.400. El número de co- muniones que se distribuyen anualmente es de más de 14.000. En la iglesia del convento el culto está bien atendido. La ca- tequesis de los niños es dirigida con entusiasmo siempre creciente; como que es el principal medio puesto en juego por los nuestros para atraer al bien a aquel vecindario, no irreligioso, pero sí harto indiferente y trío. Semejante celo de nuestra Comunidad de Alsa- sua ha merecido el reconocimiento público y el aplauso del clero y caballeros católicos de la localidad, y sobre todo la bendición de Dios, que se hace visible en el mejoramiento moral y religioso que en el pueblo, y más particularmente en los barrios próximos al con- vento, se advierte desde que nuestra Seráfica Religión abrió allí convento e iglesia.