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CONVENTO DE CÓRDOBA ONS. Zenón Bustos, Obispo de Córdoba, mostró deseos de que nuestra Orden se estableciera en esta ciudad, ofreciendo como base la formación de una nueva parro- quia, disgregada de la Catedral. Las Hermanas del Buen Pastor, muy adictas y afectas a nues- tra Orden, nos cedieron su nueva y preciosa iglesia, para que en ella se estableciera la parroquia mientras la regentasen los religio- sos Capuchinos y hasta tanto que no se edificase la nueva iglesia, a lo cual la Orden se comprometía rigurosamente. La labor más importante de los Padres consiste en la predica- ción de misiones en la campaña, único y excelente medio de aten- der al bien espiritual de una infinidad de familias. Dentro de la parroquia han creado varias obras de piedad y celo. Florece la «Asociación de la Doctrina Cristiana», que atiende alos distintos centros en que funeiona la catequesis. Muéstrase su saludable acción en el aumento de las comuniones, como también en las lucidas procesiones que promueve. Tanbién las «Conferencias» de San Vicente de Paul han repor- Po un bien inmenso a los muchos pobres que por ella son socorri- OS. Se dirigen, además, dos asociaciones de Hijas de María, dos talleres de costura, la Liga de Damas católicas y Círculos de Obre- ros. Tres veces a la semana se dan conferencias de instrución reli- giosa a las asiladas del «Buen Pastor». El campo de acción social ha sido también fructuosamente ex- plotado. El diario, la dirección de jóvenes católicos, las conferencias populares en plazas y salones, han dado magnífico resultado en este tiempo, en que la irreligión quiere imponerse sobre una ciudad tra- dicionalmente católica. as