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NS ASAS A a A e a AR E =E (E Qosos principian a escribir para el público en libros y revistas; nO y) yO es raro leer sus firmas al pie de un trabajo literario o científico, en l 2) A publicaciones regionales o aún extranjeras. De los nuestros uno ocupa un puesto entre los Académicos de número de la Academia de la Lengua Vascongada; y otro, el de Académico correspondien- | te de la misma. Son' también dos los que ejercen el cargo de Censo- res de libros en la diócesis de Pamplona. | c) — Acción religiosa. No puede decirse que sea baldía en | nuestros sacerdotes la gracia de su sacerdocio,ni que ellos-deten- | gan en sí, como cautiva, la potestad divina que recibieron en su sa- grada ordenación. Que realmente se mueven, lo acreditan bien los datos consignados en esta Estadística, aún siendo harto imcomple- | tos. Que ese movimiento no es, en manera alguna, estéril y vana | agitación externa, antes bien que se produce en virtud de una l idea y de un espíritu de apostolado, es cosa puesta de manifiesto por | la estimación singular en que tiene a los PP. Capuchinos y a sus ll ministerios, la gente toda, clero y pueblo, a cuya vista vivimos; cuyo ! | trato y comunicación hace frecuentísimos el obligado intercambio | de servicios, espirituales de nuestra parte, temporales de la suya, | | consiguiente a nuestra profesión. | En el campo del apostolado, se extiende nuestra acción más allá | de los límites de la Provincia, por las dilatadas regiones de dos ll grandes repúblicas sud-americanas, Islas Filipinas y el Vicariato ll Apostólico de Guam en las Marianas. | Nos servimos de la prensa para perfeccionar y ampliar el minis- | terio de la palabra. Disponemos de imprenta propia y taller de en- | 1 cuadernación, instalados ambos en el convento de Pamplona. Pu- blícanse en aquella las revistas Zeruko Argia, Irugarengo Pran- teisko'tafa y El Terciario Franciscano, que reunen, respectiva | mente, 2.480, 2.700 y 4.600 suscripciones. | Manifestamos, pues, que es algo lo que se hace; confesamos, empero, que es mucho más lo que puede intentarse y realizarse por nuestra Religión de Menores Capuchinos y en servicio de la Santa Iglesia Católica. Somos, en verdad, siervos inútiles en la casa de Dios; mas imploramos sus bendiciones. Y las obtendremos; y por ellas,las saludables y ricas energías acumuladas en la humilde Pro- vincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón, lograrán un mag- nífico desarrollo, para el bien de todos y para la gloria de Dios.

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