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-7- . sequiaron con. todo el afecto, instándoles a que ocuparan las celdas que h aibían prepar ado, pero, resolviernn alojarse en el convento de •los PP. Franciscanos . Al día de su llegada a Qui– to fueron visitados por el I,lmo. Sr. Arzobispo, los Sres. Obis– pos de Ibarra, de Riobamba, de Guayaquil, poi' el Sr. Presi– dente, los PP. Jesuítas, fos Visitadores de la Merced, de San Agustín y los PP. del Convento de San Diego . Cor respondier on los Capuchinos a todas est as manifesta– ciones ,de apr ecio y el día 10 de Julio de 1873 salieron de Qui– to con dir ección a ! barra , a donde J:legaron después de dos jor:nadas . Luego que los Ibarreños tuvier on noticia de que llegaban •los Capuchinos, salieron a su encuentro el Clero, au– t oridades civiles y numeroso pueblo y se alojaron en el con– vent o que fué de los PP. Franciscanos, que abandonaron a con– secuencia del t erremoto de 1868. Desde el siglo XVII estaban establecid os los Franciscanos en la Villa de I ban~ y se ocu– paban en la enseñanza r eligiosa de los pueblos circunvecinos según afirma la, Gaceta Municipal d e !bar ra : "Los nativos del lugar (Caranqui) cr ecían en la sabia fo rmación r eligiosa que Teóbían <le Jos PP. FTanciscanos'' (Pág. 106. Publi. 1945) ; y · el P . Vel asco en la historia del Reino de Quito al hablar de las iglesias y conventos de !barra dice: "La de los Francisca– nos es también mediana con conven to bajo". (To. 111', pág. 67) A r aíz del t er r emot o, García Moreno fué comisionado por el Gobierno p ar a la r econs tr ucción de ! barra, y entonces ad– judit:ó a los Capuchinos el convento, Ja. ig,lesia y los t errenos adygcentes que pertenecier on a los PP. Franciscanos y cuya– extensión Jlegaba hasta el río Tahuando . Hechas, con la ayu– da de García Moreno y el Gobernador de !barra S1·. España, 1as reparaciones 1~ás urgen tes, especiatlmente el techo de la iglesia que había r ecibido graives daños p or el cataclismo, se ,instalaron los religiosos en el convento y se dedicaron de lle– no al ejercicio del ministerio dando misiones en todos los pue– blos e Imbabura . . All año siguiente de haberse establecido en Ibár ra 1874 vini eron a -dar una misión a 'TuJcán, llamada por García Mo– reno, por su espírit u altivo "P equ eña República"; y enton ~es, los h abitantes de Tulcán, al ver el desprendimiento y el cefo de fos Capu chinos por el bien espiritual de las almas, les co– br aron grande apr ecio y proyectaron la fundación de un con– vento, según consta en la carta que transcribimos dirigida por· el Excmo. Sr. García Moreno, en contestación a una q ue le había escr ito un amigo suyo desde Tulcán . La carta· dice así: