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( -33- ~ del edif!ci_o el . M. R. P. Helio?,ºro, ter~i~ándolo el que escribe es!4 Cromca . En 191,0 se abr10 el Nov1c1ado en el convento de 'lüquerres .de acuerdo con lo prescrito por e!l Rvdmo. P. Ge– neral en el De<:reto de fa erección del Comisariato .. Se inicia en Túquerres la construcción de un templo Mientras en Pasto funcionaba regu:larmente el Seminario· S~áfico, obra de imperiosa necesidad para el aumento de per– sonal apto y preparado, se proyecta e.!1 Túquerres la construc..:. ción de un nuevo templo; y el día 2 de febrer o de 1908 se co– loca la primera Piedra fundamental de un templó de grandes proporciones y de una belleza arquitectónica incomparable. Trabajó el· plano el Sr. Antonio Dorin, arquitecto ·a•lemán traí– do por el Ex cmo. S. Pedro Schummaker, para dirigil- la cons– trucción de fos edificios de la Misión de Manabí y Esmeral– das, y gue también fué perseguiao po1· los Alfaristas y .tuvo que refugiarse en Colombia . En el act o -de colocar la pr imera P iedra, después de leído el documento de e1,ección, hizo el discurso de d rcunstancias el M. R. P . Heliodor o de Túquer:res. Con indiscriptible ent usiasmo acogieron -e•l proyecto los mo– ~ador es de Túquerr es y contribuyeron, ya con mingas para acar rear materiales, ya con donativos, ya con su trabajo per– sonal y no desmayaron tanto los Teligiosos que estaban al frente de lqs trabajos como los buenós tuquérreños has ta que vieron ·terminada la obra. Bajo la dirección de los ·primer os Superior es del recién fundado Conúsariato, MJVI. RR. pp . Buenavent ur a de Pupiales, Heli.odor o de Túquerres y Bernar– dino de San Isidro, se lievó a cabo 11a fundación del Seminario y Ja ini ciación de -la cons tr ucción del tempfo de Túquerres siendo· el iniciador, pr opulsor, alma Y vida de la obra el M. R~ P. Bernard irro, Guardián del convento de Túquer res. Sien.do Comisario el M. R . P. Bernardino, y Guar– dián del cornvento -de Pasto, el R. P . Matías de Ibarra, se dió princip io a fa, ,construcción -<l.e .las torres de n uestra iglesta de Fasto. En las' fundaciones que h emos hecho, hemos tenido present e lo que p resc1·iben nuestras Constituciones: "que nues– tras iglesias sean pequeñas y exteriormente de una apariencia humilde" pero en el interior deben estar bien decentes y ador– na'.das; aÍ const1·uir la iglesia de Santiago, en atención a la densi<lad -de población, se Je dió mayores proporciones y se adop.tó una arquitectura sencilla y elegante en el interior , me– nos las torres . . Mas a instancias y peticiones de personas ho-

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