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- -11- -constantemente algunos religiosos, puedan atendr a las nece– ..sidades espirit uales de aqueiilos pobiadores manteniendo fres– ca la fe con la palabra, y vivificando entre ellos con -la fecun– da .semi1ia las virtudes cristianas, para oponer de es ta man'(fra un dique . al torrente de ideas disolventes, con que en los tiempos que alcanzamos, viene la im,íliedad inficionando la mies del Señor: Nos, aceptando en lo más íntimo de-nuestro corazón tan sano y ;laudable propósito, tenemos a ben con• ceder como efectivamente concedemos por medio de :las pre– sentes letras, licencia en forma: para que lós vecinos de TuJcán poniéndo_se de acuerdo con el lVI. R. P. Guardián de Capuchi– nos levanten mediante ]a protección del Todopoderoso, un conventillo de dicha Orden, con ei aseo, decencia e indicacio– nes de la Regla que conv1e.ne para la cómoda permanencia de estos humildes y laboriosos obreros del Señor, y para que se • 1 Henen cwnp,lidamente las muy r ecomendables aspiracion t'.s de los solicitantes. Al efecto, el presente Decreto será publicado en 'Í'ulcán en la forma de estilo por nuestro Venerable Vicario Foráneo quien pasará al R. P. Superior de Capuchinos una copia del presente Decreto. · Da.do y finpado · de nuestra mano y autorizado por nues-– .tro Secretario de Cámara y ~obierno, en Quito a 9 de Febre– ro de 1875.-(fdo.) Ant<Imio Tomás Obispo de !barra.- E1 Secretario José Nicolás Vacas". Tomado .de Monografía de Tulcán por Alejandro Me1·a R. -Pág. 41). Obtenida la aprob 4 dón de Ja Autoridad Eclesiástica y Ci– viJ, se· dió comienzo a Ja construcción de la ig}esia y el con– vento en AbriJ del año 1875 eligiendo como Patrona y Titu– lar a la Divina Pastora; pero por ,el asesinato del Exmo. Sr. García Moreno, decretado por las Logias, se suspendieron los trabajos, reanudándose d~spué en el año 1877. Se terminó la consti~ucción de fa iglesia y convento en el año 1880 y el 16 de Enero de 1881 se hizo la inauguración solemne en 1a que tomaron parte e-'l Vble. Sr. Vicario Foráneo, las Autoridades civiles y todo el pueblo, quienes llenos de regocijo veían rea– lizadas sus j,ustas y anheladas aspiraciones . El terreno para edificar la iglesia Y el convento fué dona– do a los padres que vinieTon a Tulcán, quienes para asegurar el liler echo de propiedad nombraron como apoderado al Gene– ral Vicente .Fierro, el cual, en representación de fa Comun1- .dad firmó la Escritura gue les daba el título y los derechos de