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}\~cángel de Sesma, probando por modo irrefutable la mi– s1on civilizadora de las órdenes religiosas en la sociedad, de tal manera, que llenó de entusiasmo y admiración a todo el auditorio-. La orquesta, dirigida por el organista D. Antonino Ban– drés, cantó la misa con suma afinación y buen gusto, des– collando entre las voces la del conocido orfeonal v actual miembro de este Ayuntamiento don Patricio Mariategui. Por la tarde, una hora antes de la designada, estaba ya ocupado el espacioso templo. Se dio principio con la Expo– sición del Santísimo, rosario con letanía cantada por la ?rquesta y coreada por el pueblo, siguiendo después la imposición del hábito a once novicios que son los prime– ros que forman la piedra angular del nuevo noviciado de Sangüesa. Describir la impresión que en los ánimos todos pro– dujo este acto, querar pintar el efecto de admiración y asombro que causaba el acto sublime de abnegación de aquellos once jóvenes que por vez primera vestían el burdo sayal, es punto menos que imposible . ¡Vocación religiosa! Santa y misteriosa frase que en el revuelco torbellino de los egoísmos y ambiciones misera– bles que invaden la sociedad actual, parece así como un extravío neurótico o producto de un desequilibrio mental. Sí; locos considera el indiferentismo que nos corroe, a los que desprecian esas pasiones y esos intereses tan ambi– cionados y suspirados por esas positivistas muchedumbres. ¿Y qué es la vocación religiosa? «Brota, dice un sabio, de la consideración serena y sosegada de la vida y de la eternidad».