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-----~= " -41- Dos ramas del frondoso , arhol de la humildad . Intimamente unidas y casi una misma cosa con la humildad son la obediencia y la simplicidad o sencillez de San Francisco y de sus discípulos. Metafóricamenfe podemos decir que en ·el Santo, la hu– mildad, pobreza de espíritu, era como el tronco de un árbol del que brotaban a manera de frondosas ramas la obediencia y la sencillez. Verdaderamente es sutil la diferencia entre obediencia y humil– dad. Quien q uiere ser humilde tiene graneles deseos de obedecer; y en el ejemplo que antes he dicho de San Francisco cuando renun– cia a ser Ministro General y pide le nombren un Guardián, vemos que se confunden humildad y obediencia. El concepto que el Santo tenfa de la obediencia era riguroso, se refería a toaas las cosas «-siempre que no sean contra la conciencia y nuestra Regla-», a todo tiempo y a todas las circunstancias. Había ade_más que prestarla con alegría y espontáneaip.ente. Celano escribe como de San francisco ·estas palabras: «Las obediencias obtenidas después de pedirlas, son en realidad licencias; mas las dadas sin haberlas pedido, llámalas verdaderas sagradas obediencias y sólo éstas conducen a la santidad». Hay ejemplos admirables de cómo inculcó este espíritu en la Orden Franciscana. Un día fray Gil preguntó a San Francisco que es lo -que había de hacer; éste le contestó: «Haz lo que quieras y vete a donde quieras». Mas esta libertad desasosegó tanto a fray Gil que al cabo de 4 días dijo a su Paare: «Envíame a donde quieras porque con una obediencia tan libre mi alma no puede hallar reposo». Este mismo fray Gil oyó las quejas de un Fraile que había visto interrumpida su hora de Oración por la orden del Guardián para que saliese a pedir limosna; él creía que era mejor orar que ir por limosna. Y fray Gil le dijo: «Hermano, tú no sabes aún lo que es orar; la verdadera oración es que el súbdito haqa la voluntad del superior». Pero esta voluntad del superior, al mismo tiempo, no era omní– moda, había de tener constantemente en cuenta a sus inferiores 0 súbditos y procurar servirlos. La obediencia de superiores e inferio– res se había de aunar en la obediencia a Dios, para que de todas las renunciaciones de las propias voluntades se elevasen alabanzas al Señor. La otra rama frondosa del árbol de la humildad es la sencillez.
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