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' -25- • buscar con amor y delectación el empequeñecimiento propio, el cual, evidentemente, pertenece a la auténtica y verdadera 'pobreza. Ser pobre y ser pequeño es casi lo mismo. Con razón se ha dicho: la humildad es la pobreza perfecta. . Por eso Francisco nombra siempre a la humildad al mismo tiem– po que la pobreza. A ambas saluda como hermana: «Oh, Señora Santa pobreza; el Señor te guarde, con tu hermana la Santa hu– mi)dad. :.» Frailes menores llamó a sus hijos y quería que lo fueran no solo de nombre, sino también de hecho y de verdad, y él siempre se -consideró el menor de todos. Las «Florecillas» nos han conservado multitud de ejemplos con– firmatorios de esto que vamos diciendo. Como aquella vez en que, · por inspiración de Dios, quiso tentarle Fray Maseo. --¿Por qué a tí? ¿Por qué a tí? ¿Por qué a tí? Y al preguntarle San Francisco que quería decir con aquella repetida imprecación y aclarárselo Fray Maseo, aludiendo a lo ex– traño que era el que todos viniesen en pos de él, no siendo hermoso de cuerpo, ni teniendo gran ciencia, ni siendo noble, la admirable respuesta del Poverello: - ¿Quieres saber por qué a mi? ¿Quieres saber por qué a mi? ¿Quieres saber por qué a mi que fodo el mundo me sigue? Pues porque los ojos del altísimo Dios que en todas las partes contemplan a los buenos y a los males, no han visto, entre los pecadores, nin– gu110 más vil, ni más inútil, ni más grande pecador que yo, y por eso, no habiendo encontrado sobre la tierra criatura más vil para la • obra maravillosa que se propone hacer, me ei¡cogió a mi para con– fundir la nobleza y la grandeza, la belleza y la fortaleza y la sabi– duría del mundo, a fin de que se conozca que toda virtud y todo bien procede de él y no -de la criatura y ninguno puede gloriarse en su presencia,_sino que quien se gloríe, se gloríe en el Señor, al cual sea toda la honra y gloria para siempre. E l amor a D ios y el amor a las criaturas «Fuego vine a traer a la tierra ¿y que he de querer, sino que arda?- dijo Jesús. «El Amor me ha puesto en el horno» - cantará San Francisco en inspiradas estrofas. · Gratry ha dicho: «La primera cosa que encuentra el alma que 1:e desprende de si misma para ser de Dios, es el amor a la hu– manidad».

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