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.. -22 - final) y la autoridad que co~rdina hacia ese fin los esfuerzos de to– dos (causa formal). Pe.ro e'sos elementos no se presentan en la So– ciedad unifarmes' y homogéneos, sino .que acusa~ diferencias que· los di'stinguen, ya en la estructura -vertical de l~ Sociedad, ya en su estructura horizontal. Verticalmente, se distinguen en la Sociedad diversa:; .c~tegorí~s de grupos sociales coexisJentes ~nos a1 lado de los otros y a trave~ de los cuales se incorpora el individuo a la¡ S.ociedad. ?on, de un lado, las familias. que, a su vez, forman las ciudades y estas, la co– marca, la región, etc. Es de otro lado, la profesi_ón que constituye o:un centro- de relaciones, sugerido por la misma naturaleza de las cosas, entre todos los que en un mismo luga,: ejercen aqu~lla pro- f . , .. es1on.» Horizontalmente, están las clases sociales formadas por «la seme• janza de intereses, de cultura, de hábitos de vida, del modo de par- , ticipar en la repartición de . los bienes económicos, qu.e crea en'tre los miembros de cada una de ellas ten4encias a agruparse de modo más int~nso para defenderse y promovéJ su bien particular», las cua– les constituyen como las diversas capas ele t~rre'nos que forman la estructura de la corteza terrestre. Bjen se ve la distinción que, de las definiciones dadas, tomad.as del Código ·social de Malinas, se cl_esprende entre profesión y cla~e social, punto en el que aquí no podemos entretenernos. Pues bien, el orden social exisJ.e cuando, primero, cada uno de estos elementos está en el lugar q~e le corresponde, tranquilamente, sin violencia, y, segundo, preside el desenvolvimiento armónico de 1odos ellos un ·principio de autoridad. C¡.iando esto no se dá, no hay orden ni paz social, aunque, a veces, una fuerza externa mantenga una apariencia de la misma. Abrense, entonces, inmensas simas entre los diversos núcleos sociaies, cuartéanse las familias como los pro– pigs edificios en un terremoto y las capas sociales se pliegan y rompen, como las capas geológicas bajo la presión de los diversos fenómenos que han ido conformando la actual fisonomía _del globo. El dulce Corderillo que amansaba lobos En tiempo de San Frantisco, Italia ofrecía un espectáculo la– mentable desde el punto de vista político y . social: guerras y discor– dias incesantes hacen de ella una nación dolorosamente agitada. Las invasiones de los bárbaros habían eesado; pern nuevos dominadores establecieron so.bre las ruinas del Imperio reinos más o menos duraderos. Roma, investida de la supremacía espiritual del ,r

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